MI GATO MITZY

El 29 de abril del 1997 fuí con mis amigas a pasear al bosque de aragón para celebrar mis primeros 17 años y mientras andabamos por allí papaloteando me encontré a un hermoso gatito gris, al cual puse por nombre Mitzy pues pensé que era gata.

Era minúsculo, cabía en la palma de mi mano y tenía los ojitos pegados por las lagañas además de mucha hambre.

Me lo llevé a casa y se convirtió en parte de la familia, gato pacífico, jugaba con la perrita Dolly y eran felices juntos, jamás mato nada, ave, reptil o roedor y siempre esperaba a que le dieramos de comer, muchas veces parecía perro, pues se paraba junto a la mesa en dos patas a pedir como cualquier can.

Su mejor amiga siempre fue Dolly, una perrita que actualmente tiene 15 años pero una gran jovialidad y alegría, ella lo educo como su hijo, o bueno, eso parecía y siempre se quisieron mucho.

Se convirtió en un gato enorme y pesado, que gustaba de que lo acariciaran y mimaran constantemente, pero cuando necesitaba estar solo se metía al closet y cerraba la puerta por dentro, lo que provocó que muchas veces lo buscaramos sin parar por horas para que luego saliera como si nada.

 

Ese era mi gatito lindo, un gran amigo y compañero, pero a principios del 2009 le comenzó a ganar la edad, enflacó muchísimo y cuando se salia regresaba con golpes y mordidas de otros gatos, y a mediados de este año llegó tan mal que fue necesario llevarlo al veterinario, además de las heridas por la pelea le diágnosticaron leucemia felina, llevó tratamiento pero no lo superó y el 20 de agosto amaneció muerto en su camita, por lo menos no sufrió, un dia antes dejo de comer y después simplemente no despertó.

Descansa en paz gatito querido, te recordaremos siempre en tus mejores momentos.